Es una serie de cuatro obras, constituidas a través de la seriación de un modelo original. Estas obras están reproducidas a partir de una impresión digital y posteriormente intervenidas, nos muestran diferentes estadios del mismo personaje.
Edades de una danza: pequeña divinidad de IvánVianello por Rocio.Pochettino
Gestación embriagándose, volviéndose una música que inicia a los cuerpos. El dios en un trazo como hilo tramado por las ménades, en los blancos de un bosque, de un fondo que empieza a poblarse de materiales ígneos, de lilas poseídas, de fragmentos de una escritura velada. El dios que sostiene en sus manos el nacimiento de sí, el pequeño dios de papel y piel de vendimia. El dios con sus manos de plata, el rostro o la máscara, rodeado de hiedra. El dios que se expande: las mismas manos que asían el rostro se vuelven el mundo de papeles vegetales, luces y sombras, lo radiante del sueño convirtiendo las tonalidades de un himno. Hay una tiara celebrando el cuerpo del dios adolescente. El niño que adivina ser pronto un sátiro radiante, quizás extendiéndose en un canto, en los colores de las explosiones, de papelillos festivos alzados cual pájaros.
Un niño en enredos, plegándose entre los propios cabellos que lo vuelven de aire, de flores, de vino. Un dios niña, un dios llenando de música el propio sexo, deshojándolo, trabándolo juego en el cosmos: pétalos como un coro, como un artificio donde volverse todo y todos.
Un niño, que en su cabeza nos vuelve ya no más los espectadores de su nacimiento, sus iniciaciones y enredos, porque nos vuelve una danza, un fuego blanquecino que se alza de prímulas desde su frente. El brillo de ese baile como un libro abriéndose y estallándonos, como un ritual de miniaturas que alcanzan dimensiones cósmicas, como una adivinanza con la cual conformar una consorte y su descendencia, el sueño del dios nos aletarga con él. Ya todo olvidamos: la contemplación nívea nos envuelve, nos abisma en su bosque sin avergonzarnos, en una grafía susurrando todos los tiempos del dios, todas sus máscaras y antorchas, sacrificios y exaltaciones.
Danzamos. Edades y soles del dios niña, de la pequeña divinidad, de los papeles y trazos de Iván como una divinidad que amanece.
